Barco
Estoy lejos y sabe amarga esta lejanía  sabe a las cosas tristes  que se sirven a deshoras,  al olvido a destiempo,  al deshonor ya siendo viejo  al contraste entre hermanos.   Estoy lejos y soy lejos  de mi, de los tiempos y las citas  de ti y de los nombres que nos dimos.   No me alcanza la vista  ni la memoria  nada hay que merezca atención,  esta atención desgastada  abusada en cosas fútiles  dilapidada en huecos  que fueron caras  que fueron voces donde creí reconocerme.  Nada hay  que la despierte.   La voz se centra  en mantenerme  como ancla, la voz guarda  las señas de una identidad  que llenaba de manera simple  el sentido que ahora me elude.   Hablo para mi  por eso cuido mis palabras.