Lo que viene
Bajemos a la madrugada
discretamente, bajemos
hagámos un nudo en el hilo de luz
hagámos un trato en el alma del papel;
di que sí, poco a poco
entrégate fuera de horarios y de nociones
toda, íntegra, se mía
sabes bien que no sé que hacer contigo
y te dejaré libre
pero en la entrega, en la dulce rendición
se cifran mis esperanzas y las tuyas.
Todo pende de tu libertad,
la mía, el flujo de los ríos, los segunderos y el curso del sol
el mundo entero, el que se refleja en tus retinas
el mundo que a mí me importa
depende de tu sí
diariamente
a cuenta gotas;
tu sí atomizado y repartido en la eternidad
tu sí dosificado para salvarme
un sí que no termine y no canse
y no se rinda ni se debilite
un sí que abra y cierre
perpétuamente.
El acto redentor, el completo abandono
el olvido, tácito, de sí y y del mundo
la más total,entera,divina ofrenda.
Vértigo en los bordes.
Fuego frío.
Pero para todo esto
hay primero
que bajar juntos
todo el camino de una madrugada.
Bajémos.
discretamente, bajemos
hagámos un nudo en el hilo de luz
hagámos un trato en el alma del papel;
di que sí, poco a poco
entrégate fuera de horarios y de nociones
toda, íntegra, se mía
sabes bien que no sé que hacer contigo
y te dejaré libre
pero en la entrega, en la dulce rendición
se cifran mis esperanzas y las tuyas.
Todo pende de tu libertad,
la mía, el flujo de los ríos, los segunderos y el curso del sol
el mundo entero, el que se refleja en tus retinas
el mundo que a mí me importa
depende de tu sí
diariamente
a cuenta gotas;
tu sí atomizado y repartido en la eternidad
tu sí dosificado para salvarme
un sí que no termine y no canse
y no se rinda ni se debilite
un sí que abra y cierre
perpétuamente.
El acto redentor, el completo abandono
el olvido, tácito, de sí y y del mundo
la más total,entera,divina ofrenda.
Vértigo en los bordes.
Fuego frío.
Pero para todo esto
hay primero
que bajar juntos
todo el camino de una madrugada.
Bajémos.
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