Musgo

Es curioso que las palabras formen sus propios grupos
que después de estar cómodamente guardadas
tomen vida en la voz de quién nunca las pronunció antes.

La palabra resucita desde el ovillo de una mente,
encuentra en la sensación de un momento
la llave para tomar sus armas y salir
y formar su propio golpe de estado
su frágil revolución relámpago
donde el pronunciante es apenas puente
la palabra es la sacrificada, el mártir valiente
que reconoce su sagrado deber de dar significación
dar sentido a lo que nada más que ella,
entre miles de letras, solo ella, pequeña construcción del azar
puede convertir en valor, en realidad, en entendimiento.

Después la olvidarán,
será polvo de estantes
ceniza de hojas
letras de diccionario,
hasta que una idea, un dolor de parto.

Comments

lindo ese musgo...
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abrazo
kstlab said…
Yo por eso, a pesar de gozar de las letras, encuentro en la música mayor y mejor refugio para las ideas.

por cierto, genial el grupo de letras

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