36 caminos

Bajar por los corredores de esas historias,
palpar como se hilvanan las esencias,
como adquiere su color cada noción
las manchas que salpican las miradas.

En cada evento
se yergue una compilación,
una antología
una lenta pirámide, de la cual
dicho evento es solo la cúspide.

Un verano, las palabras correctas
los planes, la ceremonia
el habito instalándose
una muerte estúpida
el rápido devenir
la consecuente restauración
incompleta, interrumpida
otras palabras, ahora incorrectas
una vida entera, descompuesta
antes aún de iniciarse
seguir, como requisito
y la muerte estúpida creciendo
dentro de un nuevo propagador.

Lo incompleto, lo finito
la negación, la brutal realidad
la extrema fragilidad, la bestial ignorancia
la asquerosa vergüenza
el miedo hereditario.
La llana, simple vida.

La existencia es un juego de dados,
hay una ilusión de azar
pero solo hay un número predeterminado
de posibilidades.

Comments

un número predeterminado que se resume en uno: morir.
Miréia Anieva said…
Vastas posibilidades, más el camino se resume en una línea horizontal irreductible del 1 al 0. En el trayecto, hacer lo propio. Vivir sería entonces, sólo aquello que hacemos del punto cero para llegar al uno.

Me gusta eso que tú haces.
Mucho, mucho gusto.

(¿Cómo apareciste? No importa: No desaparezcas)

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