Pequeña apologia

La tristeza es hermosa cuando no se prostituye, cuando no es un medio sino un fin que no se buscó nunca. Un bello fin en el que se está inmerso sin tender a nada, sin pretender, sin buscar nada.
Cuando la tristeza esta inmóvil, estática y estoica, como la playa enteramente nublada, es cuando se rebela su intrínseca felicidad, su silenciosa anti alegria.
La tristeza es el estado de animo superior cuando se goza, cuando se agradece, cuando no es intento manso, cuando no es solamente una despreciable manera de escudarse. Una armadura blanda, un llanto lastimero.
La tristeza es el silencio continuo que no se busca eludir y ahí es donde la mirada no se desvía y adquiere el valor de la verdad mas esencial, mas primaria: la del ser abandonado frente a todos los demás abandonos.
Ahí las palabras, desde su aceptación en la inutilidad, si no claman la verdad, por lo menos la vadean, como a esa isla en la que se acepta uno finalmente naufrago, extraviado, solo.
La tristeza viene, déjala anidar felizmente.

Comments

Querido Cronco...

no hablemos de tristeza, rindámosle tributo a esa melancolía brutal que simple y llanamente nos muestra la ausencia tangible de bondad en este mundo y que exige de nosotros complicidad o suicidio...

para tristezas la vulgaridad de la ausencia, la injusticia, esos agrios aderezos de la existencia.

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