Inútil
No permaneceré aquí por mucho, no guardes mis ojos, ni mi risa porque no me pertenecen ni a mi, aunque si quieres, quédate con mi voz te la doy, como ya la he dado antes. No atesores mis pasos no saben de direcciones ni propósito olvida minuciosamente de tarde en tarde, mi forma de pedir la cuenta mis letargos a mediodia mi canalla manera de burlárme y lo fácil que es ver mi verguenza, deshecha sin miramientos mi miedo en forma de pensamiento el temblor en mis manos las miradas que delatan mi extravío. Déjame así cierra la puerta y comienza a destrurime en las escaleras, destrózame deja añicos míos en cada escalón para la puerta de entrada será fácil que recuerdes lo innecesario que es mi recuerdo.