Tizabel

Viene del ámbito en desuso
de la noche
se agazapa en las risas de otros,
vuelve
y sin embargo
no esta.

Viene en silencio
dibujando su camino con un dedo

Hay tardes cuando no sabe
si el sol decrépito la transluce
y eso en las calles, entre los autos
es su sangre, magnificada
sombra larga que repta
y surca una vereda,
entre su pie
y el cielo.

Por eso no sale,
por eso se empeña en la penumbra
se abraza a lo oscuro,
que indiferente la cobija.
Su cabello es ya solo una idea
sus manos son historias
y entre sus piernas escurre olvido,
y si uno se esfuerza demasiado,
cede entonces suave a la presión
y solo entonces existe
intermitente
el tiempo justo entre un parpadeo y el otro,
y con desgana, permite entonces
que la luz blanca la recorte
y la pegue integra
como un manotazo contra la pared;
incómoda creatura expuesta
álgida, ectoplásmica.
Tan momentánea.
Tizabel vive,
pero no hay que recordárselo.

Comments

BLANCA CORREA said…
Hermosas imagenes en la poesía.
Te felicito por el blog y te invito a pasear tu mirada por el mío.
Blanca

www.amanecelapalabra.blogspot.com
Adrián Naranjo said…
Gracias por la apreciación, un gusto grande encontrarse leído así de repente, un domingo en la noche.
Me voy a dar días enteros para leerla, gracias por la invitación.

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