Otros caminos

El vértigo no disminuye,
la caída continua comienza
a ser un camino horizontal
algo con un nombre diferente,
algo que se le parece a la vida.

La velocidad es un hábito duro,
una adicción que enloquece
de una manera generalmente aceptada,
la violencia, el brutal lenguaje
es un camino genérico,
una desviación válida, recompensada.

Reconocerse en una nube
de vapores vitriólicos,
atragantarse con ácidos biliares,
saber sin dudas
la rabia nos llevara lejos.

Comments

lo curioso de que existan caminos, es que existan caminantes; en esa simbiosis suicida se detalla no el rumbo que uno toma, sino los episodios de interrupción continua que el mundo ofrece a manera de designios caprichosos, vuelcos... de esa experiencia (andar) uno aprende a quedarse quieto, muy quieto...
Dosmástres. said…
Y quietos son los caminos más no los caprichos..

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