Santa Monica Pier

Seguimos la pálida reminiscencia de nuestra historia
y la zurcimos pronto, esperando que aún nos cubra
porque las nociones que nos hilvanan las manos, los actos
eran la gloria de años mas dorados, mas románticos.
Nosotros nos convencimos que crecer, en el sentido geriátrico
no alcanzaría a llenar nuestras miradas, no alcanzaría jamás
para ser memorias dignas de ser recordadas,
y ahí vamos, como máquinas oscilatorias, elípticas
volviendo
volviendo.
El malecón se estira sobre las olas,
el mar abajo se mece
las gaviotas, la arena
todo esta igual.

Comments

Popular posts from this blog

Y me dicen la guayaba...

Instante

Gaea et Prometheus