De las largas sombras

Entonces pasa que llega la noche y lo encuentra a uno con algunas copas, y la luna arriba brilla como saxofón pulido y a uno le da por pensar, en que carajos, música. La infiníta superioridad de la música sobre cualquier otra forma de expresión, los tantos ensayos tratando de explicar lo que dos acordes dejan clarísimo y hasta con cambio, las toneladas de pintura, los caballetes dios mio, para que una guitarra... ¿Para que hablar en los sepelios? Chopin hizo una marcha, callénse la boca y dejen oirla, tiene mas sentido y belleza que lo que se pueda decir. Para cada sensación, cada motivo hay, una canción que lo amplifica, unas notas que lo hacen eterno, épico. Si, acabo de decidir que solo mantendré el mal hábito de la dicción y la escritura hasta que haya terminado de educar mis vástagos (educación que por supuesto incluirá la sana desconfianza a la palabra hablada y escrita como método de comunicación) e inmediatamente después, si Laura me ha tolerado hasta entonces, nos inscribiré e...

Acercarse con la precaución, del que sabe que puede ser la última vez acercarse sabiendo que en esto se juega la totalidad el amor, las sonrisas y el brindis sincero acercarse y con lentitud, con muchísimo cuidado acercar los labios y besarla besarla con una intensidad gradual con creciente, fervorosa devoción besarla, por medio de la boca llenarle el alma, la mente, la vida toda, besarla acercándose, besarla cerca, cercarla besándola volcarse en el beso, dejarlo todo trasmitirse íntegro a través de la saliva, entrar respetuoso y extasiado en su flujo interno y ofrecer humilde el corazón vivo como libación. Y luego emerger, a conocer entonces lo que se ha creado.

Las hojas describen en su descender los giros de tu baile estás lejos y al mirarte te eternizo sigo tus manos mientras estas dibujan constelaciones golondrinas, abanicos, mantarrayas tu baile tiene su lenguaje implícito su cosmología, que no entiendo pero igual me fascina y fascinado, inmóvil presencio. El sol de la tarde acaricia tu espalda torna tu piel mitológica tu baile sagrado. Soy un indigno espectador un accidente que te contempla. No detengas tu vuelo, acaricias el aire y este regresa apasionado. No cierres tus ojos, el sol viene a mirarlos cada mañana. No sueltes nunca la cuerda con la que ataste mi corazón sostenla, en mi desvelo te agradezco que me dejes orbitarte, hasta extinguirme

Caer redondamente caer en la melancolía de cualquier tarde con su café, con su ligera nube rosa Caer en la desesperanza abrazar sus pálidos contornos llamarla madre, llamarla amante caer en ella como semilla germinar plantas muertas, estertores y palabras tardías Caer en un sueño cualquier sueño padecer sus intenciones sufrir los minutos oníricos que no conducen a nada seguir la cuerda que nos regresará a la noche en vela los ojos fijos en la pared a otra nueva caída.

Los acordes que la noche llama a arrastrarse a mis pies conocen las rimas oscuras que desatan ciertas nociones. No se llama al destierro a tantos nombres sin esperarse represalias. Habra guerra. No una guerra de paises, ni gobiernos ni politicas, ni religiones, sera simplemente guerra, LA GUERRA, espeluznante, libre, bestial.En las esquinas se incendiaran presidentes y comicos y en los estantes de las tiendas no quedara ni harina. Llovera entonces como nunca antes, llovera miedo y relampagos silenciosos nos haran pensar en Lepanto, en Patmos. Mientras camino escucho marchas funebres que allanan mis sentidos. Estaba anunciado ya. Y estaba dicho, no sabriamos ni el tiempo ni el lugar Nadie hablo jamas de la forma. La forma en que todo acaba. Aunque alguien lo sugirio: Not with a bang, but a whimper. Ninguna detonacion atomica, ninguna batalla epica ninguna ultima accion heroica sino un lento patetico desprenderse una asquerosa implosion poro a poro los demonios de la inercia mirandonos a...

Escuchar "Miss Sarajevo", del fugaz e imposible Passengers. Y permanecer impasible. Cerrar los ojos y no ver nada.

Debajo de estas nubes viene la mañana, gris de esperarte, fría de no verte. Los árboles sesean entre sus ramas las palabras que debimos hablar anoche los susurros de las sábanas. los dulces monosílabos las etéreas interjecciones. El bosque entero es un reproche agazapado. En la neblina que descendió para ocultarme viene la antitesis de tu aliento. Para burlarse distante la mañana dice: Hoy no hay sol y te quedas.

Errante va, acicalando sus desvaríos, sopesando sus ansias, comparando los puños, Errante; hambriento va, asegurando las cuerdas del viaje. Hambriento y sediento va. Las espinas del desierto conocen su sangre, no le es extraño a las serpientes y su ponzoña, por las veredas olvidadas y los llanos polvorientos desgrana la noche de estrellas, la luna es mortaja, el frío acondiciona los huesos, los suaviza. Aquí lo mas seguro es el olvido, lo mas extraño en estos baldíos es la memoria ¿Memoria de que? Aquí no hay nada. Así va, trashumante desfigurado, sin descanso, sin paraíso, sin destino, hambriento, sediento, herido, perdido: Imparable, mientras halla un norte, mientras la mentira descanse en sus palacios y los palacios descansen en sus mentiras, el camino seguirá tendiéndose a su paso porque en cada silenc...

Seguimos la pálida reminiscencia de nuestra historia y la zurcimos pronto, esperando que aún nos cubra porque las nociones que nos hilvanan las manos, los actos eran la gloria de años mas dorados, mas románticos. Nosotros nos convencimos que crecer, en el sentido geriátrico no alcanzaría a llenar nuestras miradas, no alcanzaría jamás para ser memorias dignas de ser recordadas, y ahí vamos, como máquinas oscilatorias, elípticas volviendo volviendo. El malecón se estira sobre las olas, el mar abajo se mece las gaviotas, la arena todo esta igual.

Aún cuando el silencio ocupa la habitación, y su presencia se palpa a millas de distancia, un murmullo ocasional arranca de tajo esa realidad de hielo. Ahí, entre cobijas late una nueva realidad ¿Que viene contigo? ¿Quien se gesta tras tus párpados? Naciste rápido, tenías prisa parece, naciste gritando, sin lágrimas. Activaste un viejo, enmohecido mecanismo; un músculo poco ejercitado. Mi esperanza. Empezó ahí, en ese cuarto de operaciones, entre tu madre viviseccionada consciente radiante y mis torpísimas manos y sigue creciendo acá, con tu voz que va allanando su camino en esta madrugada. No gritas, pareciera que ya quieres hablar. Házlo, mi mundo entero se inclina a escucharte.