Réquiem, otro.

Yo no quería quererte.
Yo quería los minutos
vivos de tu risa.

Yo quería el tacto ocasional
de tu hombro en el mío,
quería la charla, el camino a casa.

Quería la alegría de la arena
en tu cabello, los ojos llenos
de sol y preguntas.

Quería el cansancio después
de la carcajada
los alientos mutuos,
las buenas noches

Quería la mañana esperada,
el brazo sobre el día,
como la tregua ansiada.

Todo y nada.
Media sonrisa, no sé
ni que quería.

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