Una o dos veces.

No llevo la cuenta de los dias
con humildad reconozco
que el grano de arena,
que remuevo de mi lagrimal
contiene mas historia que yo.

Mientras lo miro,
me encuentro vago,
circunstancial
superfluo

Sé sin dificultad
que soy nuevo y mis lunas
se cuentan fácil,
todas mis vivencias
todos mis errores
estarán plácidamente condensados
entre dos actas.

Mis pasos son borrados rápido
por un viento al que ni siquiera le importo.

No pretendo, que quede claro,
pasar por algo que no soy.
Soy humo
sombra,
una accidental creatura
con una insistente proclividad
a alejarse, a reconocerse ajeno.

Soy una improvisada construcción
asombrada de su permanencia,
cuya única pregunta válida podría ser
¿Hasta cuando?

Comments

Miréia Anieva said…
Gracias por tu comentario. Gracias por tus gracias. Me hacen sonreír.
Miréia Anieva said…
"Soy una improvisada construcción
asombrada de su permanencia."

Qué belleza.
Accidentes, casualidades, una puerta que se abre, un estornudo.
Improvisadas construcciones.


Bello.
Cronco...
celebro la intensidad con que traduces en palabras la cuota de dolor que estás viviendo; sé bien que no se reduce a una cuestión meramente estética, por el contrario, es una lucha entre desentenderse de lo bello y lo crudo..
abrazo
Hemisferia said…
Ay! pero que hermoso volver a éstas tierras. La cuestión es simple, estoy en tratamiento psiquiátrico y mi medicación me impide escribir. Este mal, no se lo deseo ni al peor de mis enemigos. Besos y un placer volverlo a leer!

P/D: De verdad ya estás en tu Patria???
Adrián Naranjo said…
En verdad me tenía preocupado su prolongadísimo silencio. Honestamente espero se recupere pronto. Sus palabras son necesarias.
Si, incompleto, pero en mi tierra finalmente y felíz, con sus limitaciones, como siempre.
Miréia, Frank,: Gracias por perder su tiempo conmigo.

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