Llega a casa y arroja el maletín sobre el sofá, se dirige al comedor sabiendo que ahí estará ella con la cena lista. Al entrar, ella levanta la mirada de su celular y le manda un beso rápido, desde su lugar en la mesa. Devuelve el beso y recorre la silla para sentarse, en ese segundo, recuerda algo: Genaro está sentado a la mesa. Genaro no habla mucho, pero si observa, todo, todo el tiempo. A papá le preocupaba entonces que Genaro no hablara aún. A mamá no. Ella decía que Genaro hablaría cuando encontrara algo digno de pronunciarse. Hasta la fecha a Genaro, recordar esto le producía gran satisfacción. Mamá está sentada frente a Genaro, ambos esperan a papá para comenzar a comer. Mamá sostiene su cabeza de lado con su mano derecha, apoyada en la mesa. Genaro sabe que mamá está cansada, hizo tantas cosas hoy. Sólo Genaro sabe todo lo que hace mamá diariamente, él es testigo fiel y silencioso. Además mamá se lo recuerda siempre. Frecuentemente. Mamá se lo ha repetido prácticame...