Esto es siempre
Tirso tomó el tiempo necesario para reincorporarse, los músculos de las piernas aún estaban temblando y temía que sus dedos no recuperaran la movilidad. Finalmente logró poner su mano sobre el bastidor y pudo presionar los botones para abrir la cámara de animación suspendida. No sabía cuanto tiempo había dormido y apenas atinó a entrar en la cámara de nutrimento para engullir dos cápsulas y un envase gel. Bebió agua y se sentó al borde de la banca. Sintió frío y fue a vestirse. Mientras se vestía recuperó del receptáculo su pulsera. Recordó perfectamente a Clara. Se puso la pulsera y sonrió. Que fácil parecía todo entonces. "El destino de la humanidad está en las estrellas" decían con mucha frecuencia en esos días y a Tirso como a la inmensa mayoría, eso le sonaba solo como la presentación de otra película de ciencia ficción. Y es que entonces no era tan patente: el mundo ya se preparaba para expulsarnos. La Tierra estaba harta de la peste humana y había comenzado a ...