El círculo
Te van a decir muchas cosas. Van a buscar las maneras más y menos convencionales, de lograr que tu silencio sea lo primero que hable de ti. Te van a quitar la voz, dejándote hablar. Confían en el miedo, en el tuyo y en el de ellos. Están absolutamente seguros de ese comercio oscuro, que se da entre el mundo, la seguridad y el tedio. Y esperarán. No mucho y nunca infructuosamente. Su aparato es casi infalible y siempre produce algo. Por lo menos, más miedo. No pasa demasiado tiempo en éste mundo sin que algo estalle, parecemos destinados a perpetuarnos en destrucciones. Lo sabemos y lo esperamos, casi lo buscamos. Levantarse y enterarse de una nueva atrocidad se ha vuelto una constante, tanto, que las abominaciones tienen rostros familiares. El desayuno siempre está salpicado de sangre, de verguenza y lástima efímera, luego ya, la vida. Seguimos, porque en realidad detenerse carece aún más de significado. Seguimos y el trayecto a la oficina tiene aún más dosis de esa información i...