Las salas
Aún encuentro restos de mí. Si dejo de poner atención y me concentro en cualquier otra cosa, en prácticamente cualquier parte me encuentro restos míos, de ese que fui, sin serlo. Es complicado por aburrido y viceversa. Lo cierto es que, no se puede andar por ahí, incompleto. Vuelvo lo más atrás posible y espero regresar más concreto. Sé que estás sola sé que apenas nos separan una, o dos palabras. Lo que entonces, no podía saber, era que yo también estaba solo y que lo iba a estar, aún en su compañía. Era muy pronto, muy antes y yo era presa de una pasión caníbal que me consumiría deliciosamente por años. Me volqué en ella, enteramente, me filtré como Dios me daba a entender en una vida que la incluyera, a cualquier costo. Te miro desde la melancolía de tantos octubres entre tanto te espero en una silenciosa sala de espera. Tan inocente y enamorado, porque sencillamente, no se puede ser lo uno sin lo otro. El amor era una promesa y aún lo es. La diferencia estriba en que ahora lo entie...