Peticiones del condenado

Aterrizar
andar la senda polvorienta
del ayer
del nunca mas

Insertarme silencioso
en los años que no viví
en las ausencias de otros ojos
en un recuerdo que no me incluye

Aletargarse nuevamente
en aquellos sitios de donde nunca se salió
llegar para recolectar
los frutos extraños
que estaban olvidados.

En la nítida linea
que se dibuja en su tarde,
llover sobre la mesa
ser su otro tema de conversación
inculcarse en las charlas casuales
ser nada
pero una nada digna de vivirse,
una nada apta para el recuerdo.

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