Aquí se van estacionando una a una las memorias; traen su cuota de silencios y cartas azules que ronronean sus cantos dulces con lasciva mesura. Aquí y allá nosotros nos encontramos, de lejos vemos los barcos y nos suponemos contentos, casi satisfechos, torpemente enlazamos los dedos sobre la barandilla y apoyamos el mentón sobre las manos. Casi estamos bien solos y pensamos en las carreteras al alba, con su vacío estelar de principio del tiempo, y vemos tan claro esas nubes apenas naranjas que presagian quien sabe que pero su valor de promesas las hace indelebles, hermosas en estos recuerdos que se vienen ahora como en tropel Y es casi, porque sabemos bien que no estamos bien, que tu quizás estés en ese barco y quizás no, y esta mañana no te devuelva ni esta ni ninguna otra marea, ¿Y como estaríamos bien entonces? ¿Como saber que cara nos dará la ciudad si regresamos solos? Así esta sombreando esta duda nuestra mirada ¿Donde estás? ¿Porque no te regresa ningún barco? Una pesadumbre vu...