Alquimia de tu llegada.
Sé que vienes porque hay un silencio en las cosas, el aire peregrina con un canto minúsculo del que puedo entender nociones dulces ya olvidadas. Sé que vienes porque en cada objeto se enciende una llama, desde su nombre se ejecuta un cambio discreto del que se puede comprender mejor su tacto, su peso, su otro lado. Sé que vienes porque las paredes vibran como gatos, los gatos se quedan cual paredes, dentro de mi un lento roble emprende un crecimiento acelerado los bordes de mi ropa fosforecen el agua aumenta su temperatura un par de grados flujos eléctricos atraviesan el cuarto los vellos se erizan, se recuestan, se agitan mis manos sudan un liquido dulce las pinturas en los cuadros realizan imperceptibles piruetas vienes y sé que vienes vienes y sería imposible ignorarlo todo te anuncia. Así que de una vez, llega.