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Showing posts from October, 2009

Allá atrás.

Donde nos vamos dejando, cada cuando desbordámos nuestras palabras para dejar partes importantes de nuestra alma en aceras, bares, escaleras que suben a ninguna parte; hasta el amanecer nos desnudamos frente a ojos que no miran, nos desgarramos el ánimo con los filos del hambre ajena, así hemos de seguir dejándonos, así vamos a acabar como árboles muertos, como el grito que se extingue poco a poco, hasta dejar la voz sangrante. Donde. Donde me he repartido, quién termino con mi celo, con mis ganas. Quién guardo en su cómoda mis rabias, mi puño en alto. Quién pateó bajo la cama mis alegrias, antes que pudiera verlas, antes que las tomara y me fuera. Donde, en que noche larga se fué diluyéndo mi sangre, donde se fugaron silenciosos mis mejores años y mis sonrisas profundas y mis brazos abiertos y mis mas solemnes motivaciones. En verdad quiero saber, como fué que el séquito del gran demonio alcanzó a desarmarme, como se escaparon por los hoyos que hierven entre las horas, dejándome hueco

Diástole

Vengo de tus manos vengo de la luz, que se refleja en tu rostro vengo del suave hábito de evitar mi nombre de recrear mi identidad a la sombra de tu mirada y ahora saber que sobre tantas mentiras y la sangre sobre el lenguaje de las serpientes te alzas tú y ya nada me faltará nunca. Hoy me quedo hoy el café y el camel y la música hoy la ardua tarea de desdoblar desenmadejar, desterrar, hoy pasar lo amargo, la distancia hoy el frío. Poco a poco mis nieblas ceden se aclara un camino. Espérame.

Mi derrotero

No sé como más nombrarte no sé de que otra manera llamarte he gritado por días, el desierto me trae ecos viejos de tu nombre las bestias de los cerros caminan por veredas tatuadas de ti, de tus palabras no sé que más hacer. La noche baja en círculo yo soy su presa. Este barreno que me taladra ésta finísima daga que destruye mi sonrisa, ésta muerte lenta que me he conjurado van eventualmente a terminar conmigo voy a terminar mis dias sentado a un lado del camino llamándote.

Lo que queda

Acercarse al tibio resplandor del foco embelesarse en el destello pensar el amanecerse en playas en el sol desde aquella montaña dejarse llevar a otros lugares donde tampoco estés. Y no es que ya no me castre tu ausencia no es que mis brazos no busquen ya tu norte, esto no indica, de ninguna manera que el hoyo negro que quedó, tras la muerte de nuestra estrella deje pronto de consumirme, es solo que estoy sintiendo tu olvido. Desde hace dias me ronda la sensación vaga de que realmente me estás dejando, de que a la vuelta de las esquinas que ahora caminas están quedando partes mías, estás aprendiendo a despedirme a expulsarme a dejarme fuera lejos. Estás siendo fiel a tus palabras como siempre, vas a dejarme. Y esto viene sin queja y por ahora sin llanto, me dejas porque te lo pedí, porque no había mas que hacer, y acaso porque pensé que no podrías. Queda entonces alegrarme en tus posibilidades en la magnífica mañana que te espera en la otra vida que se amoldará a tu nuevo rostro, a tu

Empezar perdiendo I

Claudicar en un intento de cercenar la apariencia, como si extirpar una imágen cambiara en algo el rotundo silencio con el que nos recibe el mundo cada mañana. Somos una plaga. Una inconsecuente especie de la que no quedará más memoria que nuestra tendencia a destruirnos sistemática, minuciosamente, desde dentro, desde atrás, desde siempre. En en elevador, dos hombres presionan los botones que los acercaran a diferentes versiones de sus respectivos futuros; no saben y precisamente en su inocencia se resguarda su redención. ¿Como desactivar la programación genética, química, social incluso? ¿Hasta cuando soportará nuestro demiurgo esta patética actuación, donde nos empeñamos por ser, lo que sea que pensamos ser, mientras aniquilamos en el proceso todo vínculo, todo trazo que nos unía a una creación cada día mas ajena, cada día mas extraña? Saben que el elevador los llevará al piso del edificio donde encontraran, piensan, soluciones a sus vicisitudes, a sus personales atollos. Se envuelv

Either one

Inclinar la cabeza, el gesto cotidiano aunque la mirada se clave indolente justamente donde duele. Tengo un enemigo. Y lo digo sin orgullo, aunque claro quién podría llamarse pleno sin ser, vagamente ligeramente odiado. Tengo un enemigo y en sus ojos muero de mil terribles maneras y veo casi mis muertes brincar jubilosas en sus córneas inflamadas. Al pasar frente a mi, se encoge ante mi risa sus hombros se tensan sus puños se crispan y mientras hago el preciso inventario de sus reacciones y juego con su ira me maravillo: ¡En verdad me odia! Digo, no es orgullo,claro es más bien un azar interesante, un tiro de dados diferente en la gama monótona en el insípido volver de los dias puede llegar algo nuevo, un tablón ensangrentado una botella para destapar venas la pistola finalmente utilizada las manos fatigadas, deshaciéndose de un frío cuello. Y será casi una lástima que él o yo nos quedemos sin quien odiar.

Escuchando tumbas

Hay algo que tiembla en el fondo de la canción, desde el fondo algo hace una lucha por surgir un último, perpétuo esfuerzo por volver y es el horror saber y quedarse estático, intuir desde acá esa injusta batalla terminada donde los gritos miles de gritos se debaten entre las fibras entre las notas digitales magnéticas, vinílicas se deshacen infinítamente, enterradas tantísimas voces en ese bellísimo pozo tan perfectamente terminado tan dulcemente escuchado. Un hermoso mausoléo lleno de ignorantes muertos lleno de muertos inocentes tan desinformados tan ajenos a su muerte, en su constante intento por saber porque así, porque ya no hay más vida fuera de su canción.

Dream time

Como el que sabe que está en presencia de lo divino me postro. El aire es una carga en los andadores, el incienso y el smog. Pero ya antes, con toda la angustia del pie en el freno supe, que esto ya no es mío esto ya está finalmente fuera de mí. Solo me corresponde contarlo, de tarde en tarde subirlo a una urna incendiarlo verlo guarecérse en una lágrima. Y olvidar.